Alimentación

Duración de las tomas de un recién nacido

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Cuánto tiempo deben durar las tomas del recién nacido es una de las preguntas más frecuentes que os hacéis los padres y las madres cuando llega el momento de alimentar al bebé. Por ello, debéis saber que ni el pecho ni el biberón deben tener horario. 

Será prioritario el apetito y las necesidades del bebé, que varían en cada uno e incluso de un día a otro. Dependiendo de su peso, de su edad y sus características personales, precisará comer con mayor o menor frecuencia y durante más o menos tiempo. No os debéis preocupar sobre cuánto tiempo tarda en subir la leche entre toma y toma, ya que el pecho funciona como un grifo: siempre hay leche disponible. Aunque es cierto que, si pasa mucho tiempo desde la última toma, la leche puede acumularse en los pechos y hacer que estén más llenos.

Cómo son las tomas con el paso de los meses

Durante las primeras semanas, la mayoría de bebés quieren comer aproximadamente cada dos horas, día y noche, realizando como mínimo de 9 a 12 tomas diarias. A partir del mes de vida, las tomas se suelen ir espaciando, pero no siempre es así.  

Lo recomendable es que le ofrezcáis el pecho o el biberón cada vez que tenga hambre, sin obligar a que coma más de lo que desea. Un bebé indica que tiene hambre si:

  • Llora con un llanto ascendente y descendente.
  • Se muestra inquieto, moviendo brazos y pies enérgicamente.
  • Se lleva las manos a la boca. 
  • Abre la boca como si buscara vuestro pecho.

Es normal que algunos días coma más a menudo y otros días menos. Incluso si durante un tiempo notáis que su demanda se ha regulado y, de repente, las tomas vuelven a ser más frecuentes y caóticas, también es normal. Estos cambios se dan casi siempre en periodos concretos, es lo que se conoce como crisis de lactancia o crisis de crecimiento. Pero, con paciencia y sabiendo que será algo temporal, pronto volverá a regular las tomas.

También es habitual que en épocas de calor demande más pecho o biberón, ya que hasta los seis meses de edad su único alimento debe ser la leche. Gracias a esta, que contiene una importante cantidad de agua, se mantiene hidratado y calma su sed.

Al principio, y muy especialmente con la lactancia materna, no debéis hacer el menor intento de adaptar el bebé a unas horas determinadas. El horario rígido es incompatible con la lactancia materna, pero incluso con biberón, nunca debéis hacer esperar a un bebé que llora de hambre. 

En el caso de lactancia artificial

Si vuestro bebé se alimenta exclusivamente con leche de fórmula, debéis ofrecérsela igualmente a demanda. Generalmente, al tardar más en realizar la digestión, espacian las tomas un poco más que los bebés alimentados con leche materna. Aunque procuréis darle en cada toma la misma cantidad, como les pasa a todos los bebés su apetito puede variar, por lo que en ocasiones comerá más y en ocasiones menos.

La clave está en ofrecer el biberón de la forma más natural posible y dejar que sea vuestro bebé quien decida cuándo y cuánto quiere comer en cada momento. Para ello es importante atender a los signos de saciedad. Por ejemplo, podéis dejar un espacio de tiempo de vez en cuando durante la toma, para comprobar si quiere más o si, por el contrario, ya ha sido suficiente. Y si se termina la cantidad que habíais preparado, le podéis ofrecer más sin problema. 

¿Cuánto tiempo mama un bebé? Duración de las tomas al pecho de un recién nacido

Hay tres motivos principales para permitir que las tomas en la lactancia materna duren hasta que el niño lo decida, soltándose o quedándose dormido y relajado:

  • Cuanto más se vacíe el pecho, mejor se mantendrá la producción de leche.
  • El niño debe poder satisfacer no solo su apetito, sino también su necesidad de succión.
  • La composición de la leche va cambiando a lo largo de la toma, de modo que mientras al principio es más aguada (pero de excelente calidad) y contiene más azúcares, progresivamente se va volviendo más cremosa y rica en grasa y calorías. Acabar la toma antes de tiempo significa privar al bebé de esa leche.

Durante las primeras semanas de vida, al ser más pequeños y estar perfeccionando todavía la técnica de succión, pueden tardar más en saciarse. Sin embargo, pronto (y siempre que no exista ninguna dificultad) lograrán extraer toda la leche que necesitan en menos tiempo y las tomas serán más cortas.

¿Cuánto tiempo tiene que estar en cada pecho?

Para evitar que se congestione uno de los dos pechos y para mantener una producción de leche adecuada, es recomendable que el bebé mame de ambos pechos con frecuencia. Sin embargo, no hay que limitar el tiempo en cada uno. Será el bebe quien decida cuándo ha terminado con uno, porque se apartará. Si sigue con hambre, debéis volver a ofrecer el mismo pecho y, si no lo quiere, entonces continuar con el otro. En la siguiente toma empezaréis por el pecho que tomó en último lugar (si comió de los dos) o por el que no le ofrecisteis, si solo tomó de uno.

El bebé puede tener épocas en las que prefiera más mamar de un pecho que de otro. En ese caso, además de averiguar si hay un motivo para poder solucionarlo, podéis ofrecer el pecho que menos le guste cuando esté somnoliento. De todas formas, es posible amamantar exclusivamente a un bebé solamente con un pecho.

Qué ocurre con las tomas más largas

Si el bebé mama bien, la duración de las tomas puede variar de 10 a 20 minutos, o como máximo, de media hora. Si las tomas duran más, lo que debéis hacer es mejorar la postura, procurar que se agarre mejor y comprobar que no tiene ninguna limitación en la movilidad de la lengua, en lugar de reducir la duración de la toma. Estos tiempos son orientativos y hay que tener en cuenta que, en algunas ocasiones, el bebé puede tardar más tiempo en una toma sin estar debido a una causa concreta.

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