Nacimiento

Todo lo que necesitas saber sobre las primeras tomas del bebé

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera imprescindible la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses del recién nacido. Después de ese momento, se recomienda ofrecerle al bebé otros alimentos siempre continuando con la lactancia hasta los 2 años de edad. ​

Así que, durante los seis primeros meses de vida, un recién nacido se alimenta únicamente de leche materna, o de leche artificial. Al ser la leche su único alimento durante sus primeros seis meses, es importante que las tomas se hagan de forma correcta y en las dosis adecuadas para que el bebé pueda desarrollarse de manera óptima.

Con lactancia materna

Cuándo hay que darle de comer al recién nacido

Siempre que sea posible, la primera toma debéis ofrecerla antes de las dos primeras horas de vidaEl recién nacido puede tardar un rato en mostrarse interesado en mamar, pero finalmente, si está junto a vuestro pecho, localiza el pezón. Durante los primeros días, las madres producen pequeñas cantidades de calostro. Es una leche especial, de color amarillento, más espesa y pegajosa que la leche posterior. Esta primera leche es rica en proteínas, minerales y vitaminas; además es muy llamativo su gran contenido en leucocitos, capaces de destruir gérmenes, y en IgA, una defensa que protegerá la superficie del tubo digestivo del bebé.

Es fundamental facilitar el contacto físico entre madre y bebé y promover la succión del pecho, ambos son un potente estímulo para que en los próximos días se produzca la subida de la leche.

Es importante que no ofrezcáis al bebé ningún otro líquido aparte de leche materna.

Cómo hay que amamantar al recién nacido

Podéis dar el pecho en cualquier postura que os resulte cómoda, normalmente tumbadas, semiacostadas o sentadas. La posición del bebé es también importante para que se agarre bien al pecho y succione correctamente. Tanto si lo hacéis sentadas con el bebé sobre vosotras o tumbadas en la cama con el bebé tumbado en paralelo a vosotras, debéis aseguraros de que hace bien el agarre:

  • con la boca bien abierta, 
  • la lengua debajo del pezón, 
  • y con la barbilla y la nariz tocando el pecho.

El conseguir una buena posición del bebé y un buen agarre va a prevenir la aparición de grietas en los pechos, que pueden ser muy dolorosas. Si la lactancia es dolorosa, es recomendable buscar asesoramiento para evaluar el agarre y la postura, así como otras dificultades que puedan existir.

Cada cuánto hay que alimentar al bebé

Independientemente del tamaño y forma del pecho, la gran mayoría de mujeres tienen suficiente leche, incluso en partos gemelares, ya que cuanto más mama el bebé, más leche producís.

La lactancia materna es a demanda, sin horarios establecidos. Hay bebés que toman cada hora y otros que pueden espaciar las tomas entre dos y tres horas. Lo más habitual es que las primeras semanas, las tomas sean más largas y frecuentes. Con el tiempo, los bebés se vuelven más eficientes y maman más rápido.

El bebé decide la duración de cada toma y el intervalo de tiempo entre ellas. Habitualmente, se soltará espontáneamente cuando haya acabado, o se quedará dormido al pecho. No obstante, tampoco conviene que os fieis exclusivamente del apetito del bebé hasta que no estéis seguros de que tiene energía suficiente como para reclamar todo lo que necesita. Por eso, al menos hasta que haya recuperado su peso de nacimiento, conviene no dejar pasar más de dos o tres horas sin ofrecerle el pecho. De hecho, tras la toma inicial, suelen pasar sus primeras 24 horas dormidos o muy somnolientos, por lo que hay que despertarlo y, con paciencia, ofrecerle el pecho (sin forzar). 

Madre amamantando a su bebé

Por otro lado, que le deis leche materna cuando quiera no significa esperar a que llore, pues si bien alguno se queja en cuanto siente la menor incomodidad, la mayoría llora por hambre cuando ya hace rato que la tienen. El llanto es un indicador tardío de alguna necesidad, por lo que es conveniente observar si hay un aumento de actividad o si realiza movimientos de búsqueda con los labios, ya que son probables signos de hambre que deben ser atendidos.

Las madres sois las que os debéis adaptar a sus demandas y, para descubrirlas y poder atenderlas a tiempo, conviene que el bebé permanezca bajo vuestra supervisión el mayor tiempo posible, y solo se separe de vosotras por indicación médica. 

Con lactancia artificial

Las tomas con leche de fórmula o artificial también se realizan según la demanda del bebé. Es habitual que los primeros dos o tres días pueda tener suficiente con 15-30 ml por toma. 

Posteriormente irá aumentando la cantidad que necesita, llegando a unos 90 ml cada tres o cuatro horas al cumplir el primer mes. Pero el intervalo de las tomas lo marca el bebé. En caso de dificultades con la ganancia de peso o por la presencia de algún problema médico, puede que el pediatra os ajuste las cantidades o el intervalo con el que ofrecer los biberones. 

La preparación de biberones

Es muy importante preparar de forma adecuada los biberones que está estandarizada en todas las marcas comerciales. Por cada 30 ml de agua, debéis añadir una cucharada rasa del preparado, ni más ni menos. El agua para preparar los biberones a un recién nacido debe ser embotellada y se puede calentar o utilizar a temperatura ambiente. Dependiendo de la calidad del agua del grifo, puede ser recomendable hervirla un minuto y dejarla enfriar. No es necesario esterilizar los biberones, pero sí que estén bien limpios con agua y jabón. Tras la toma, debéis desechar la leche sobrante.

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