Alimentación

Manual de extracción de leche materna

3 min.

Durante el periodo de lactancia, es posible que os encontréis con distintas circunstancias en las que será necesario extraeros leche. En el siguiente artículo podéis conocer distintas situaciones y técnicas para una óptima extracción de la leche materna.

Cuándo sacarse leche materna

Aunque el formato ideal para ofrecer la leche materna es directamente desde el pecho, hay ocasiones en las que podéis veros en la necesidad de extraerla. Se recomienda sacarse leche en las siguientes circunstancias:

  • El pecho está tan tenso antes de la toma que el bebé no puede hacer un buen agarre.
  • Después de cada toma, si el bebé no ha logrado vaciar el pecho del todo. Especialmente en casos de congestión mamaria, obstrucción y mastitis. 
  • El recién nacido es incapaz de mamar. Por ejemplo, si ha nacido de forma muy prematura o con algún problema que le impida succionar del pecho.
  • En interrupciones temporales de la lactancia por motivos de salud, personales o laborales, para que mantengáis la producción de leche.
  • Para tener una reserva congelada por si en algún momento os tenéis que ausentar.
  • Si deseáis seguir dando leche materna tras la incorporación al trabajo.
  • Si la queréis donar a un banco de leche.
  • Para extraer y desechar mientras estéis tomando un determinado medicamento no compatible con la lactancia. 

Técnicas para sacar la leche materna con sacaleches y manualmente

Es importante que todo el proceso se efectúe en un ambiente cómodo y agradable, con objetos que os recuerden al bebé para que se produzca oxitocina, la hormona que estimula la eyección de leche.

Antes de la extracción, es aconsejable que os lavéis las manos y realizar un suave masaje sobre el pecho. El masaje siempre ha de ser suave y no debe causar ningún dolor ni enrojecer la piel. Por eso, muchos profesionales recomiendan utilizar solo las puntas de los dedos y no las manos, presionando con ellos el pecho con movimientos circulares, acercándose en espiral hacia la areola.

Extracción manual de leche materna

Sacar la leche materna de manera manual, puede ser tan eficaz como con el sacaleches y, además, es el método que habitualmente se emplea en extracciones imprevistas, de modo que es conveniente que conozcáis la técnica. Puede ser de especial utilidad en aquellos casos en los que necesitéis vaciar el pecho sin estimular la producción.

Sentadas y un poco inclinadas hacia adelante, cogeréis el pecho con la yema de los dedos, colocando el pulgar arriba y los dos primeros dedos debajo, a unos tres centímetros del pezón. Aunque esa distancia suele coincidir con el borde de la areola, su tamaño es muy variable.

Este movimiento lo iréis repitiendo de forma rítmica (colocar los dedos, empujar hacia atrás y apretar hacia adelante). Tal y como haría el bebé, sin estirar el pecho, sino comprimiéndolo con el movimiento ondulante de su lengua. Debéis rotar luego los dedos para ir exprimiendo todos los conductos mamarios.

Cómo usar sacaleches

Cuando lo que pretendéis es obtener leche de forma frecuente y prolongada, los más adecuados pueden ser los sacaleches eléctricos, que funcionan por succión intermitente. Algunos equipos permiten la extracción simultánea de ambos pechos. También será necesario usar el embudo que se coloca en el pecho del tamaño adecuado para que se adapte a cada pecho.

Hay que lavarse bien las manos antes de montar el equipo y no tocar las partes que estarán en contacto con la leche. En los sacaleches eléctricos, debéis empezar por la menor intensidad de succión y aumentar gradualmente tanto como sea posible sin sentir malestar. En una sesión, no suele recomendarse extraer leche durante más de 20 minutos para cada pecho. 

Debéis tener en cuenta que la leche puede tardar uno o dos minutos en empezar a salir. Además, la cantidad de leche puede variar. Esta medida no sirve para valorar la cantidad de leche que toma vuestro bebé cuando mama ya que la succión directa del pecho es más eficiente que el sacaleches.

¿Cómo conservar y almacenar la leche? Todo lo que necesitáis saber

Aunque hay bolsas especiales de un solo uso para facilitar el transporte y conservación de la leche materna, también puede guardarse en biberones. Si se emplean bolsas, es mejor que no las llenéis más de tres cuartas partes, para evitar que se derrame accidentalmente y para que no se rompan al aumentar el volumen de la leche cuando las congeláis. Se recomienda almacenarla en pequeñas cantidades (entre 50 y 100 ml) para poder descongelar solamente la que se vaya a utilizar y que no se desperdicie una vez descongelada.

  • Podréis mantener leche materna recién obtenida, si se ha extremado la limpieza, de 6 a 8 h horas (idealmente 4 horas) a una temperatura ambiente de entre 19 °C y 22 °C. Si no se va a consumir en la primera hora, es mejor guardarla en la nevera.
  • Podéis conservarla sin congelar entre 3 y 5 días (idealmente 3 días) en un frigorífico normal, a 4 °C o menos.
  • Para transportarla, conviene que lo hagáis en una nevera portátil o en una bolsa isotérmica con paquetes de hielo.
  • Podéis conservarla congelada entre dos semanas y seis meses, según la temperatura del congelador. En el envase haréis constar siempre la fecha de extracción.


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