Tan solo unos minutos después del nacimiento, al bebé ya se le corta el cordón umbilical, que le unía con la placenta y a través del que se nutría durante el embarazo. Cuando se corta, queda un muñón en lo que será el ombligo del bebé que se ennegrece y se va secando hasta desprenderse entre los 5 y los 15 días de vida. Para que durante este proceso no se infecte, no es necesario hacer ningún tipo de cura específica, sino mantenerlo siempre lo más limpio y seco posible, impidiendo que se ensucie con las heces o la orina.
Materiales que necesitas para el cuidado del ombligo
Actualmente, la recomendación más extendida en los países con los cuidados obstétricos adecuados es realizar el cuidado del cordón umbilical con una cura en seco. Esto es: mantener el muñón limpio con agua y jabón y sobre todo, mantenerlo bien seco, sin realizar ninguna cura específica ni aplicar antisépticos. Además de esto, podéis seguir otros consejos:
- Si el muñón permanece fresco y no se seca, intentad que esté aireado la mayor parte del tiempo. Para ello es útil la ropa interior de dos piezas.
- En algunos casos, el pediatra os indicará el uso de un antiséptico, que suele ser la clorhexidina. La povidona yodada está contraindicada en los recién nacidos.
- Si el ombligo del bebé se ensucia con sus heces, debéis lavarlo sin miedo con agua y jabón, secándolo luego muy escrupulosamente.
¿Cuándo necesitaréis ayuda del pediatra?
Si seguís estas recomendaciones, en un par de semanas aproximadamente el cordón umbilical de vuestro bebé se habrá secado por completo y caído, dejando paso a su ombligo. Sin embargo, debéis estar atentos a ciertas señales de alerta sobre las que tendréis que consultar con el pediatra:
- Si el cordón no se ha caído al mes de vida.
- Si tras los primeros 5-7 días sigue estando húmedo.
- Si supura o es maloliente.
- Si la piel de alrededor está enrojecida o inflamada, ya que esto puede ser síntoma de que el ombligo del bebé está infectado.
Tras la caída es normal que haya sangre en el ombligo del bebé. Recordad que podéis manipularlo y limpiarlo sin problema ya que, a vuestro bebé, si no está infectado, no le duele.
De qué depende la forma del ombligo del bebé
Aunque os pueda preocupar la forma del ombligo del bebé, la verdad es que no hay nada que podáis hacer. Algunos quedarán con mucha piel hacia fuera, se les llama ombligos cutáneos, y otros quedarán por debajo del nivel del abdomen, son los ombligos amnióticos. Que se acerquen a uno u otro extremo no depende de dónde se haya cortado al nacer, ni de dónde se haya puesto la pinza, sino de la naturaleza de cada bebé.
No se recomienda el uso de fajas ni remedios caseros, como la colocación de una moneda, para la cura del cordón ni para incidir en la forma que tendrá el ombligo. Estas acciones incrementan el riesgo de infección y no evitan la posibilidad de que se produzca una hernia.
Qué es una hernia umbilical y cómo tratarla
Las hernias umbilicales son relativamente frecuentes en la infancia. Se producen por un defecto en el cierre de la pared abdominal y la mayoría de los niños conseguirán cerrarla antes de los 2 años. En caso contrario, se indica la intervención quirúrgica para cerrar el defecto. Ni las curas del cordón, ni ninguna manipulación originan o resuelven la hernia. Por otro lado, tampoco se complican ni dan molestias.