El uso del chupete está muy arraigado en nuestra sociedad, ya que calma al bebé, apacigua su llanto, y a veces ayuda a que se duerma. Sin embargo, su uso es motivo de controversia incluso entre profesionales y hay multitud de información tanto a favor como en contra de su utilización.
Un chupete es básicamente un pezón de silicona para que el bebé lo chupe. Y es que el reflejo de succión es un movimiento innato en el recién nacido. Desde que están en el útero, los bebés se chupan los dedos como entrenamiento para la alimentación y porque les relaja.
Puntos negativos del chupete en bebés
Además de extraer la leche del pecho materno o de la tetina del biberón, la succión es un mecanismo de alimentación que también ayuda al bebé a tranquilizarse y le aporta consuelo. Por eso muchos niños y niñas pasan tantas horas al pecho, o demandan un chupete o usan su propio dedo para succionar. El riesgo de que el bebé succione su dedo o el chupete es que, conforme su boca se va desarrollando, esta puede deformarse. Por eso es importante que este hábito no se prolongue en el tiempo.
Cuándo poner el chupete al recién nacido
El chupete en los recién nacidos amamantados debe evitarse durante los primeros días de vida. Es conveniente que no sustituya las tomas de pecho para que nada interfiera en el agarre y la succión necesaria para extraer la leche, al igual que puede ocurrir con la tetina del biberón. Una vez que la lactancia materna está establecida, en torno al primer mes de vida, y si la ganancia de peso es correcta, podéis ofrecerle el chupete al bebé.
A los recién nacidos alimentados con leche de fórmula de manera exclusiva, podéis darle el chupete desde los primeros días de vida.
Pros del uso del chupete
El uso de chupete en bebés a la hora de dormir es uno de los factores protectores del síndrome de la muerte súbita del lactante (SMSL), junto a otras recomendaciones como colocar al bebé boca arriba, evitar arroparlo excesivamente o que su colchón no sea demasiado blando.
Si mientras duerme, al bebé se le cae el chupete, no es necesario que volváis a ponérselo. Y por supuesto nunca se debe untar en soluciones dulces.
Mejor momento para retirar el chupete
Por norma general, el uso de chupete debería reducirse a momentos puntuales, como la hora de dormir, como método analgésico no farmacológico (si no tenéis la opción de darle el pecho) o si el bebé está intranquilo o ansioso.
Se recomienda que entre el primer año de edad y los dos años iniciéis una retirada gradual del chupete. La protección ante el síndrome de muerte súbita del lactante que le ofrece la succión durante el sueño ya no es necesaria cuando cumplen un año de vida, ya que el SMSL es excepcional llegados a esta edad.
A partir de los dos años aumenta considerablemente el riesgo de problemas dentales asociados al uso de chupetes y tetinas, por lo que su uso no debería prolongarse más allá de esta edad.
El mejor tipo de chupete para el bebé
El mejor chupete para vuestro bebé será el más pequeño y anatómico (plano) posible. Es interesante saber que un chupete de tamaño pequeño puede utilizarse siempre y no será necesario ir cambiando el tamaño conforme el bebé crezca, ya que cuanto menos espacio ocupe en la boca, menor capacidad tendrá para deformarla.
Además, debéis vigilar que el uso sea el correcto: que no esté roto, que no pueda separarse en piezas pequeñas y no colocarlo con una cadena o cinta larga, ya que el bebé podría asfixiarse o estrangularse. Es importante que no lo fijéis tampoco en la ropa con imperdibles, pues también son peligrosos para el bebé.
Precauciones y preguntas frecuentes
Además de los puntos negativos del chupete en bebés (como es el riesgo a deformidades en la boca), otras preguntas frecuentes sobre su uso hacen referencia a las precauciones que debéis tomar para que sea seguro:
- Es importante que elijáis un chupete que cumpla la normativa.
- Se recomienda renovar el chupete frecuentemente, tan pronto como cuando empiece a estar desgastado.
- No es necesario esterilizar el chupete. Se aconseja que lo lavéis de forma frecuente con agua y jabón.
- No debéis utilizarlo para dar alimento ni mojarlo en ningún líquido. Esto acarrearía el riesgo de malos hábitos nutritivos y la aparición de caries de la primera infancia.