Los abuelos son una figura extraordinariamente importante para el desarrollo emocional de vuestro bebé. Habitualmente tienen más tiempo y paciencia que vosotros como progenitores, y suelen estar más atentos de disfrutar de sus nietos que de educarlos, aunque también hacen lo segundo.
Vuestro pequeño puede encontrar en ellos unos cómplices incondicionales, y recibir una forma especial de ternura que recordarán toda la vida. Poder contar con ellos es, por lo tanto, una suerte para vosotros y para vuestro bebé.
Qué papel deben asumir: consejos y sugerencias
Aunque la llegada de un nieto suele generar gran entusiasmo, no todos los futuros abuelos se muestran tan ilusionados o bien dispuestos ante la llegada de un nuevo miembro a la familia. En algunos casos los abuelos reflejan el temor a asumir nuevas responsabilidades que no les competen o para las que ya no se creen preparados. Desde luego, nunca les podéis exigir más ayuda de la que quieran o puedan ofrecer, pero cuando su recelo nace de la sensación de estar anticuados, conviene que les recordéis que el sentido común y la experiencia adquirida siguen siendo los principales recursos con que cuentan para criar a sus nietos. En todo caso, y si realmente lo desean, pueden actualizarse compartiendo vuestras lecturas e intereses en temas de crianza.
En el polo opuesto a estos abuelos tan prudentes, podemos encontrar a abuelos y abuelas con personalidades más dominantes y atrevidas, que creen que la experiencia lo es todo y desean imponer su criterio, casi siempre desde la buena voluntad de ayudar. Ante este tipo de abuelos, vosotros como padres y madres primerizos podéis haceros aliados de la paciencia mientras escucháis con calma sus opiniones, aunque tenéis que hacer finalmente lo que consideréis oportuno. Seguramente muchos de sus consejos serán acertados, su ayuda valiosa y su afecto muy beneficioso, pero es importante tener presente que los abuelos no deben ocupar vuestro papel como madres y padres.
Relación entre padres e hijos, hijos y nietos: sus diferencias
Es importante saber que es diferente la relación padres-hijos, hijos-nietos, si estos son parte del día a día de vuestro bebé (y por lo tanto pasan a formar parte de las figuras de referencia que tendrá vuestro hijo), o si solamente están presentes en momentos puntuales y de ocio.
Que vuestro bebé pueda estar con sus abuelos y no en una guardería o con una persona externa es un privilegio, aunque a veces las relaciones puedan verse afectadas por las rutinas del día a día. El consejo es que pactéis previamente cuáles son los límites y maneras de llevar la crianza, con sentido común y con respeto, pero teniendo en cuenta sus propias creencias y sabiduría como abuelos. El diálogo y la comunicación son herramientas muy valiosas para disolver los posibles malestares que afectan a todas las relaciones.
Tenéis que valorar que vuestro bebé aprenderá a ser hijo en función de cómo sois vosotros a la vez hijos de vuestros padres también. Aprenderán el amor en función de cómo vosotros améis (también lo que no os gusta), y aprenderán a respetar en función de cómo vosotros, con vuestras actitudes, se lo enseñéis. Por tanto, garantizar una relación estable con los abuelos, tan fundamentales en el proceso de crianza, es sumamente importante. En definitiva, es más relevante ser conscientes de la mirada y actitud que tenéis vosotros con vuestros padres, que lo que ellos hagan o dejen de hacer.