Crianza

Qué es el colecho: todo lo que debéis saber

4 min.

Entre las preocupaciones con la llegada del recién nacido a casa, hay un tema importante que tal vez os inquiete como futuros padres y madres: el descanso del bebé y el vuestro. Quizás os estáis preguntando dónde y con quién debería dormir vuestro hijo y cuál es la mejor manera de hacerlo. 

En el momento de decidir esta cuestión, hay que tener claro que es una decisión muy personal. Os podéis dejar guiar por factores como vuestras preferencias, experiencias, manera de entender la crianza y por supuesto la personalidad de vuestro bebé.

Una de las opciones de descanso que existen es el colecho con vuestro bebé. El colecho es una práctica en la que el padre, la madre o ambos progenitores dormís junto a vuestro hijo. Puede ser en la misma cama, ahorrando así una cuna exclusiva para el bebé, en camas continúas, o incluso en una cuna unida a vuestra cama, lo que se conoce como cuna de colecho.

Los beneficios del colecho seguro

Los beneficios del colechocon el bebé son múltiples, y afectan tanto al bebé como a vosotros. Esta práctica, que era bastante común en Europa hasta el siglo XIX, ha sido popularizada recientemente por los partidarios de la crianza con apego seguro. 

El motivo principal de la introducción del colecho, y uno de sus beneficios más importantes, es que favorece el descanso no solo del bebé, sino también de los progenitores que lo cuidáis:

  • Dormir en una cuna de colecho, disminuye el riesgo del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante.
  • Favorece que la lactancia materna se instaure y se mantenga durante más tiempo ya que facilita las tomas nocturnas.
  • Ayuda a sincronizar vuestros ciclos de sueño con los del bebé.
  • Incrementa los episodios de sueño REM (un sueño menos profundo), lo cual disminuye las posibles apneas del sueño en el bebé. Al estar más sensible a los movimientos de su madre o su padre, y tener un sueño más leve, el bebé corrige por sí mismo con mayor facilidad los habituales episodios de apnea de los recién nacidos.
  • Disminuye el llanto del bebé al estar cubierta su necesidad de protección y contacto físico, también durante el descanso nocturno. Además, como estaréis muy cerca del bebé podéis atenderle más rápidamente si empieza a quejarse, sin que llegue a llorar.

Riesgos de dormir con el bebé en la misma cama

Durante un tiempo y en ciertas culturas, compartir cama con el bebé se ha considerado una práctica insegura, por miedo a aplastarle. Y es cierto que hay que tener en cuenta algunos factores de riesgo en los que no es recomendable dormir con vuestro bebé, tal y como exponen organismos como la Asociación Española de Pediatría, UNICEF o la Organización Mundial de la Salud. 

  • Bebés prematuros y con bajo peso al nacer, ya que su inmadurez puede aumentar el Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL). 
  • Progenitores que fumáis. El riesgo de SMSL aumenta considerablemente en bebés que comparten cama con padres o madres fumadores.
  • Condiciones de cansancio extremo o tras haber consumido alcohol, drogas o fármacos sedantes. Estas situaciones pueden disminuir el estado instintivo de alerta de la madre o el padre al compartir cama con un bebé y entonces sí que hay riesgo de asfixia.

Consejos para un colecho seguro

Para practicar un colecho seguro es importante tener en cuenta ciertas cuestiones, además de las anteriormente expuestas.

  1. El colecho con el bebé debe realizarse siempre sobre un colchón firme, liso y sin huecos entre la cama y la pared. Se han de evitar las superficies blandas, como colchones de agua, y sofás del que pueda caerse el bebé si os dormís.
  2. Está desaconsejado el uso de mantas o edredones pesados, así como almohadas y peluches. El bebé podría quedar cubierto por estos objetos y asfixiarse. 
  3. Es recomendable no abrigar al bebé en exceso, y que la temperatura de la habitación no esté muy alta (preferiblemente en torno a los 16 o 18ºC en invierno).
  4. Tampoco deben compartir cama con mascotas ni con hermanos o hermanas mayores antes que el bebé cumpla su primer año de vida.
  5. Además, el bebé siempre debe dormir boca arriba, al menos hasta que sea capaz de darse la vuelta por sí mismo. 
Madre pasando a su bebé a la cuna

Cómo pasar del colecho a la cuna

El colecho puede realizarse, siguiendo unas prácticas de seguridad, desde que el bebé nace y hasta que vosotros y vosotras queráis. No hay evidencia científica que estipule una edad en la que dormir con vuestro hijo está desaconsejado. Si lo pensáis bien, todos los adultos que vivís en pareja soléis practicar colecho. De todas formas, llegará el momento en el que el niño o la niña reclame dormir en su propia habitación.

Si, por cualquier motivo, habéis decidido que ha llegado el momento de que el bebé duerma en su cuna, debéis hacer el tránsito con mucha paciencia. Y, si se comprueba que el descanso era mayor compartiendo cama, no pasa nada por volver atrás y seguir colechando más tiempo. 

¿Y si vuestro hijo duerme mejor solo?

Aunque las indicaciones del Ministerio de Sanidad en cuanto a las recomendaciones de cuidados del recién nacido incluyen el colecho incluso desde el primer día de vida, lo cierto es que es una decisión muy personal.

Hay bebés que duermen bien en su propia cuna y madres y padres que descansan mejor así. Por lo tanto, no hay única opción válida ni mejor. Es recomendable que tengáis en cuenta que, a la hora de organizar el descanso familiar, lo mejor es que escojáis lo más apropiado para todos los integrantes de vuestra familia y os organicéis como mejor consideréis. En cualquier caso recordad que se recomienda que el bebé duerma en la misma habitación que vosotros hasta los seis meses de edad.

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