Bronquiolitis, bronquitis y asma son tres enfermedades que tienen muchos puntos en común, que no siempre son fáciles de distinguir y que a veces se solapan. Es por lo que en ocasiones existe una notable confusión, afortunadamente, más para definirlas que para tratarlas.
Bronquiolitis en niños
La bronquiolitis es una inflamación de los bronquios más pequeños (bronquiolos), unos conductos por los que pasa el aire desde la tráquea a los pulmones. Esta enfermedad, casi exclusiva del lactante y del niño menor de dos años, puede ser producida por distintos virus, pero sobre todo la provoca el virus respiratorio sincitial (VRS). Los síntomas de las bronquiolitis en los niños se manifiestan básicamente en forma de silbidos y dificultad respiratoria.
Causas y síntomas de la bronquiolitis
En cuanto a la duración de la bronquiolitis, esta suele iniciarse con un cuadro catarral de las vías respiratorias altas (nariz, garganta, tráquea y bronquios)y síntomas parecidos a los de un resfriado común (congestión nasal, tos, irritabilidad, disminución del apetito, fiebre…). A los dos o tres días se añaden signos de dificultad respiratoria, de intensidad variable, consecuentes de la inflamación y obstrucción que el virus ha ocasionado en los bronquiolos:
- Aumento de la frecuencia respiratoria, superior a 50 respiraciones por minuto.
- Aleteo nasal, con dilatación de los orificios nasales en cada inspiración y hundimiento de los espacios que separan las costillas (tiraje).
- Quejido espiratorio, como un gruñido, por la dificultad que tiene el bebé para sacar aire.
- Sibilancias o pitos, al inspirar y al espirar.
Cómo actuar en caso de bronquiolitis
El esfuerzo para respirar ocasionado por la bronquiolitis en el bebé puede ser agotador, por eso debe ser atendido lo antes posible. Además, cuando a estos signos se añade la cianosis o coloración azulada en labios y dedos, es que la respiración no es solamente difícil sino insuficiente y ya no logra oxigenar adecuadamente la sangre. En este caso, aunque el niño ya haya sido diagnosticado, se debe acudir urgentemente al hospital, igual que si le observáis aletargado o los síntomas de dificultad respiratoria empeoran.
Diferencia entre bronquiolitis y bronquitis
Las bronquitis, a diferencia de la bronquiolitis, sería la inflamación o infección de los bronquios más grandes, la tráquea y los bronquiolos. Las bronquitis se pueden dar por un virus, por una bacteria y también por una inflamación no infecciosa, por ejemplo, alérgica.
Esto último sería lo que sucede de forma repetida en el asma: traduce una especial sensibilidad de los bronquios, que reaccionan exageradamente ante diversos agentes (ácaros del polvo y pólenes, pero también virus, aire frío y humedad), cerrándose e inflamándose, causando la consiguiente dificultad respiratoria.
Cómo tratar la bronquitis
La reacción que se produce en el bronquio en el caso de bronquitis o de crisis asmática es de dos tipos. Por un lado, hay un broncoespasmo en los niños, que es un estrechamiento de la vía respiratoria, y por otro, hay inflamación y aumento de secreciones. Los tratamientos para la bronquitis que se emplean irán destinados a tratar estos dos fenómenos.
Para el broncoespasmo utilizaréis fármacos broncodilatadores inhalados que se administran en los bebés y niños con una cámara espaciadora. Estos fármacos abren la vía respiratoria disminuyendo el espasmo bronquial. La inflamación se tratará solamente en casos seleccionados, mediante el uso de corticoides.
Cómo se contagia la bronquitis en niños
La bronquitis, al igual que la bronquiolitis, se contagia principalmente como los resfriados comunes: a través de las secreciones. Aunque sobre todo se transmite por el contacto de los mocos y la saliva a través de las manos, también los gérmenes pueden diseminarse en pequeñas gotas por el aire al toser o estornudar.
Para prevenir la bronquitis y la bronquiolitis es fundamental una correcta higiene de manos, sobre todo en los adultos que van a llevar en brazos al bebé. Además, por supuesto, de evitar el contacto con el lactante si se está enfermo (esto no os incluye a vosotros, padres y madres). En la época de frío es conveniente que no expongáis a los bebés a zonas cerradas con mucha afluencia de gente, como centros comerciales.
Qué hacer en caso de asma bronquial
Mientras la bronquiolitis y la bronquitis son un problema que afecta principalmente a menores de 3-4 años, y el origen suele ser una infección vírica, el asma bronquial es un diagnóstico que raramente se realiza antes de esa edad, ya que es necesario que se produzca una sensibilización alérgica. Una vez detectada la sustancia que ocasiona las crisis (habitualmente los ácaros del polvo doméstico o el polen de algún arbusto o árbol), además de los tratamientos broncodilatadores y antiinflamatorios, podréis iniciar terapias que contrarresten el alérgeno como las vacunas (y lógicamente evitar la exposición a la sustancia que provoca la alergia).
