Son muy pocos los niños que pasan la lactancia sin echar nunca alguna que otra pequeña bocanada de leche, es decir, regurgitándola. A menudo, para referiros a este hecho se usan las palabras vomitar o devolver y no regurgitar, pero no significan lo mismo.
El vómito es la expulsión activa, brusca y molesta del contenido gástrico, habitualmente en una sola tanda, casi siempre precedida de náuseas; mientras que al regurgitar se van devolviendo repetidamente y con poca fuerza pequeñas cantidades de leche, sin aviso ni incomodidad.
¿Por qué el bebé regurgita la leche?
Las regurgitaciones son normales en los bebés, debido a una conjunción de factores que se dan en ellos:
- Inmadurez del mecanismo de cierre de la entrada del estómago: la musculatura del esófago, el ángulo con que aborda el estómago y el diafragma que rodea esa zona son los tres elementos que se oponen al retroceso de los alimentos que llegan al estómago. Todos ellos son aún ineficientes en el bebé, lo que explica la facilidad con que se produce el reflujo de su contenido.
- Postura horizontal: mientras los bebés no empiezan a sentarse y la fuerza de la gravedad ayuda a vaciar el estómago, su contenido está continuamente poniendo a prueba un mecanismo de cierre inmaduro.
- Alimentación líquida: lógicamente, cuanto menos espeso sea el contenido del estómago, más fácil será que refluya. En general, los bebés que toman lactancia materna exclusiva, tienen menos tendencia a regurgitar, ya que esta leche se digiere mejor y más rápidamente que la artificial.
Qué hacer para disminuir las regurgitaciones del bebé
Es, por tanto, normal que los bebés regurgiten, especialmente al eructar o cuando les estáis cambiando el pañal o la ropa. Si eso no les impide ganar peso ni hay ningún otro síntoma, basta con esperar que pase el tiempo para que su estómago madure y pasen menos tiempo en postura horizontal. En todo caso, para disminuir los episodios:
- Hay que intentar que el niño trague poco aire, alimentándole sin prisas, y que lo expulse bien, ayudándole a eructar en posición vertical.
- Aumentar excesivamente el volumen de los biberones con la pretensión de espaciar las tomas no es buena idea.
- Tratad de no mover al bebé bruscamente después de comer, cambiad su postura siempre con cuidado.
¿Qué consecuencias pueden tener las regurgitaciones en el bebé?
Las regurgitaciones excesivas pueden causar problemas, en ocasiones graves, y entonces se dice que el bebé padece una enfermedad por reflujo gastroesofágico. Sus manifestaciones más frecuentes son:
- Insuficiente aumento de peso: no siempre es fácil de valorar. Los niños con reflujo pueden ser delgados por naturaleza, pero el pediatra siempre vigilará estrechamente la curva de desarrollo de un niño con reflujo importante.
- Llanto: al regurgitar, el ácido del estómago irrita la mucosa del esófago y les causa dolor. Ya que pueden tener reflujo sin llegar a devolver, es un diagnóstico siempre posible en los bebés que están continuamente inquietos y llorando.
- Anemia: la irritación del esófago puede producir erosiones cuyo sangrado, escaso pero pertinaz, acaba por causar una anemia.
- Tos, bronquitis y asma: en niños con bronquios sensibles, el reflujo puede causar crisis de asma por mecanismos reflejos. Además, algunos bebés pueden aspirar pequeñas cantidades de leche, a veces microscópicas, que causan la consiguiente sintomatología respiratoria, especialmente crisis de sofocamiento o tos.
Tratamiento para el reflujo del bebé
La mayoría de las veces, el reflujo gastroesofágico se soluciona por sí mismo con el paso del tiempo. Sin embargo, es importante aliviar los síntomas en aquellos bebés que sufren dolor o pérdida de peso a causa del reflujo. El tratamiento incluye los siguientes puntos:
- Postura
Es recomendable la postura semi inclinada del bebé, con la cabeza más alta que los pies. El porteo ergonómico en vertical también resulta muy positivo para disminuir el reflujo.
- Alimentación
Las tomas tienen que ser lo más pequeñas y frecuentes que resulte posible. Si están con lactancia artificial, el pediatra os puede recomendar ofrecer una fórmula antirreflujo.
- Fármacos
Es importante que los administréis solo bajo prescripción médica en enfermedad por reflujo gastroesofágico, nunca en las regurgitaciones fisiológicas.