Cuidados generales y prevención.

Los efectos del sol en el bebé

3 min.

Aunque la  exposición solar ayuda a que el organismo sintetice la vitamina D, también es verdad que se aconseja no exponer el bebé al sol. Y es que la creciente evidencia de los efectos perjudiciales que los rayos ultravioletas tienen sobre la piel (envejecimiento cutáneo precoz y, en algunos casos, cáncer), ha llevado a que se recomiende evitar la exposición al sol de los recién nacidos y bebés menores de seis meses, cuya piel es, además, especialmente sensible. 

Precauciones a la hora del paseo y cómo proteger la piel del bebé del sol

Aunque es beneficioso el contacto con el aire libre, es importante evitar la exposición directa al sol, sobre todo en verano entre las 12 de la mañana y las 4 de tarde. Además, debéis proteger a los más pequeños de los efectos nocivos del sol con medidas físicas: ropa y sombra. 

La importancia del fotoprotector solar

Antes de los 6 meses de edad, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) no recomienda la aplicación de fotoprotectores, por lo que se debe evitar la exposición intencionada de los bebés a los rayos solares y limitar las actividades al aire libre en las horas centrales del día.

A partir de los 6 meses, y durante toda la infancia, pueden utilizarse fotoprotectores. Los filtros físicos (ropa, sombrillas, gorras…) son preferibles en edades más precoces o en pieles claras. En caso de pieles sensibles o atópicas, es preferible elegir fotoprotectores con fórmulas específicas para ese tipo de piel. Y, si los niños van a estar realizando actividades acuáticas, es necesario que dichos fotoprotectores sean resistentes al agua.

Madre aplicando crema a su hija en la playa

La aplicación del fotoprotector debe hacerse una media hora antes de exponer al bebé al sol y repetirse regularmente para evitar las quemaduras solares. 

La ropa también ayuda a combatir el sol

Los filtros solares no deben sustituir al protector más sencillo y eficaz que hay: la ropa. Debéis proteger al bebé usando telas finas de algodón que le cubran brazos y piernas en los meses más calurosos. También debéis ponerle gorras con visera o sombreros de ala. Aunque recordad que el mejor protector solar es la sombra y que los rayos ultravioletas atraviesan las nubes, de modo que la piel de un bebé puede quemarse en un día nublado en 10 o 15 minutos).

¿Qué es la vitamina D y para qué sirve?

La vitamina D es esencial para la salud del bebé, hace que los huesos absorban de manera correcta el calcio, lo que ayuda a su correcto crecimiento y desarrollo. El déficit de esta vitamina aumenta el riesgo de raquitismo (huesos débiles), de caries, de enfermedades respiratorias como el asma y enfermedades cardiovasculares.

Para prevenir la deficiencia de vitamina D debéis asegurar una moderada y correcta exposición solar, así como una dieta equilibrada rica en esta vitamina cuando vuestro hijo o hija inicie la alimentación complementaria. Los lácteos (a partir de los 12 meses), pescados grasos frescos y en conservas, yemas de huevo y crustáceos son alimentos fuente de vitamina D. Si el bebé toma leche de fórmula, debéis elegir una que esté enriquecida con vitamina D.

¿Son recomendables los suplementos?

El tiempo que un niño necesita estar expuesto al sol para producir toda la vitamina que precisa va a depender de la zona del país en el que se encuentre y de la época del año. Un estudio, calculó que, entre los meses de abril y julio, una exposición al sol durante 10 minutos diarios es suficiente. Sin embargo, en el mes de octubre se necesitan 30 minutos, y en enero 130 minutos al día. 

Actualmente se recomienda aportar un suplemento de vitamina D a todos los bebé amamantados menores de un año. También está indicado en aquellos que, tomando leche artificial enriquecida con vitamina D, no alcancen a ingerir un litro de leche al día. En la primera visita del recién nacido al pediatra, os informarán sobre este suplemento.

¿Cuáles son los efectos secundarios de la vitamina D en bebés?

Raras veces los suplementos de vitamina D pueden presentar efectos secundarios, si se da la cantidad prescrita. Si los hay, uno de los más comunes son los cólicos o molestias gastrointestinales que pueden ir acompañados de estreñimiento, diarrea o ambos. En el caso de que tu bebé sufra alguna molestia después de tomar el suplemento, debéis consultar con el pediatra que ha prescrito las gotas de vitamina D para que lo valore.

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