Crianza

Sois padres, sois madres, ¿y ahora qué?

4 min.

Los progenitores soléis tomar juntos la decisión de traer un bebé al mundo, y es recomendable mantener la misma sintoníade acuerdos en consonancia tras el nacimiento. Para evitar las posibles discrepancias y facilitar una labor que debe ser compartida, es importante que dialoguéis y expongáis de antemano las propias expectativas, deseos y opiniones respecto al bebé y su crianza, acordando el papel y las responsabilidades que estáis dispuestos a asumir

Aspectos esenciales a tener en cuenta

La confianza: vais a hacerlo bien

Por más tiempo y energía que hayáis dedicado a prepararos para saber sobre los cuidados del bebé, con el embarazo y tras la vuelta a casa con el bebé crece a menudo la sensación de sentirse poco capaz de ello. Esa inseguridad es un sentimiento absolutamente normal. En todo caso, es razonable sentir cierta ansiedad, pero también conviene pensar que los bebés no son tan frágiles como aparentan. Es solamente cuestión de tiempo que aprendáis a identificar sus necesidades y a interpretar su llanto.

Instinto y sentido común

Es recomendable que como padres y madres recurráis más a vuestro instinto y sentido común. A menudo se asumen inconscientemente tópicos e ideas equivocadas, como que es bueno que lloren para que maduren sus pulmones o que no hay que consolarles en brazos para que no se mal acostumbren. Pero seguro que, si escucháis vuestro instinto, lo primero que os nace es cubrir esa necesidad de vuestro bebé con contacto y calma. Confiad en vuestra capacidad de decisión, sabréis hacerlo bien. 

Información contrastada

Ante la aparente autoridad de la letra impresa, de la voz de la experiencia y del llamado saber popular, es preciso mantener una actitud crítica que os permita contrastar la información que recibís. Así podréis analizarla y decidir según vuestras preferencias y experiencias personales. Es recomendable que no aceptéis, sin un previo análisis personal, ninguna norma o consejo que carezca de explicación. Por ejemplo, no es del todo exacto que los bebés tengan que mamar cada tres horas como se escucha a veces decir, sino que con el paso de las semanas algunos se autorregulan así. Igual que tampoco es exacto decir que solamente han de comer cuando lo pidan, ya que los primeros días conviene no dejar pasar más de dos o tres horas sin ofrecerles alimento. Así que, es conveniente buscar información en diferentes fuentes, asumiendo que en ocasiones no hay una única verdad, y a partir de ahí elaborar vuestras propias recomendaciones contrastadas. 

Consejos, con cautela

Conviene también ser un poco precavido ante los consejos de amigos y familiares que, con toda su buena intención, tienden a generalizar a partir de la propia experiencia. Cada bebé es diferente.

Padre y madre jugando con su bebé

Nuestro entorno transmite de generación en generación creencias y prácticas que, sin darse cuenta, pueden ser erróneas y que obedecen más a la tradición que a la información actualizada o el sentido común. Por tanto, siempre deberíais priorizar el recurso más importante del que disponéis: el análisis y la razón, y así no perpetuar creencias erróneas. Algunas de estas convicciones pueden incluso hacer parecer que la crianza es un proceso misterioso y difícil, cuando en realidad no es así.

Los primeros días son agotadores

Es cierto que es un camino no exento de dificultades. Los primeros días en casa con el bebé, de inicio de la lactancia pueden resultar agotadores, con emociones dispares por los cambios hormonales tras el parto y por todas las experiencias nuevas vividas, y con el cansancio y la fatiga propios de la falta de sueño y descanso. Todo esto, además, puede alterar vuestra relación de pareja. Pero no desesperéis porque pronto os acostumbraréis a esta nueva rutina, la intensidad de los primeros días pasará y descubriréis nuevas facetas de vuestra relación que os gustan, como el gratificante trabajo en equipo en la crianza de vuestro bebé. 

Expectativas ajustadas

Como padres y madres primerizos se crea una expectativa sobre cómo queréis que funcione vuestro día a día. Ante esta nueva experiencia, el principal consejo es que la relación que establezcáis con vuestro hijo o hija se base en el respeto, el amor y el apoyo.

Una de las acciones más básicas en la crianza es hacer sentir a vuestro bebé que lo amáis incondicionalmente, así que aseguraros de que vuestro bebe lo siente y lo sepa. Para ello es importante tener expectativas realistas (puede que os parezca que nunca es suficiente lo que le ofrecéis, que lleve al límite vuestra paciencia…), adaptadas a su edad y a su desarrollo. Y aceptar que, como progenitores primerizos, no tenéis todas las respuestas y os queda un largo recorrido que disfrutar en compañía del nuevo miembro de la familia. En definitiva, tener un hijo o hija aporta numerosas experiencias positivas y desarrolla en vosotros y vosotras, madres y padres, unos lazos afectivos capaces de superar con creces las dificultades.

El ejemplo para vuestro bebé

Vais a ser el referente máximo de vuestro bebé, sobre todo en los primeros tres años, hasta que ellos poco a poco vayan alcanzando más autonomía. Los niños lo aprenden todo observando y pueden asimilar vuestro tono de voz, vuestro lenguaje corporal y todas vuestras expresiones. De esta manera, es importante ser lo más coherente posible, y dar un ejemplo acorde a vuestros valores y creencias. 

Tiempo de calidad, pero también en cantidad

Es cierto que el tiempo de calidad es importante en la crianza de los hijos e hijas. Pero, sobre todo en los primeros meses del bebé, también necesitan del contacto con su madre y su padre durante la mayor parte del día. Es mejor entender que casi todo vuestro tiempo ahora se debe al cuidado del bebé, sin olvidar por supuesto el autocuidado, porque así estaréis favoreciendo a su correcto desarrollo. Con el paso de los meses esta intensidad en cuanto a dedicación será menor, pero es conveniente respetar con paciencia las circunstancias de cada etapa.

Vuelta al trabajo

Es conveniente que, desde el principio, os informéis sobre las condiciones de la vuelta al trabajo para poder organizaros. En la fecha de elaboración de esta guía (año 2021), ambos progenitores pueden gozar de un permiso abonado por la Seguridad Social de 16 semanas, sin que éste pueda ser cedido al otro progenitor.

Si te interesa saber las claves para disfrutar de tu embarazo mes a mes y conocer cada etapa de desarrollo de tu bebé.

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