Recuperarse del parto y asumir la nueva responsabilidad de cuidar del bebé cuando apenas se tienen conocimientos, puede resultar un reto y hacer que los primeros días tras la vuelta a casa a veces no resulten fáciles. Pero con el tiempo y la experiencia, veréis que todo se simplifica y se pone en su lugar.
La importancia del descanso y pedir ayuda
Los horarios que un bebé exige día y noche pueden resultar física y mentalmente agotadores, especialmente para las madres que amamantáis; por eso, es preciso que intentéis descansar todo lo posible. Para ellos, tened en cuenta estos consejos:
- Reducir vuestras responsabilidades. La única tarea exclusiva reservada para vosotras es amamantar a vuestro hijo y cuidar de vosotras mismas. Para todo lo demás (hacer la compra, la colada, limpiar, etc.) vuestra pareja, familiares o amistades pueden hacerlo.
- Dormir a la vez que el bebé. Las hormonas que se producen cuando el niño succiona el pezón, además de estimular la producción de leche, provocan sueño a las madres. Es fácil caer en la trampa de intentar hacer mil tareas pendientes mientras el bebé duerme, pero si aprovecháis para dormir cuando vuestro bebé duerme, podéis acumular muchos minutos de descanso a lo largo del día.
- Limitar las visitas. Puede ser muy agradable recibir a familiares y amistades, pero si estáis cansadas, no dudéis en pedir disculpas a las visitas y retiraros a descansar. Es aconsejable que recibáis las visitas al aire libre, y que evitéis los besos en cara y manos del bebé para reducir la posibilidad de transmitir infecciones.
- Pedir ayuda. Disponer de ayuda por parte de vuestra pareja y de familiares y amigos, os facilitará la adaptación a la vuelta a casa con el recién nacido.
- Pasear. No hay inconveniente n hacerlo desde el primer día, si así os apetece.
Cómo debe alimentarse la madre tras el parto
Una buena nutrición mejorará vuestro estado físico. Será más fácil para vosotras digerir varias pequeñas raciones repartidas a lo largo del día que las tres clásicas grandes comidas. Por eso, es aconsejable continuar con una dieta variada, rica en verduras, frutas y legumbres. Además, si alimentáis al bebé con lactancia materna, es probable que necesitéis beber mucha agua, ya que aumentará vuestra sed, y vuestro apetito aumente considerablemente. Consultad con el especialista, pero quizás sea necesario suplementar también yodo y hierro.
Entuertos, loquios y curas de los puntos tras el parto
El útero necesita contraerse para recuperar su tamaño habitual. En ocasiones estas contracciones duelen y se denominan entuertos. Estos son más frecuentes e intensos a partir del segundo parto, se manifiestan con más intensidad al dar el pecho y suelen durar unos 3 o 4 días.
Los loquios son el sangrado que se produce tras el parto. Este sangrado dura alrededor de tres semanas. Los primeros días son más abundantes y de color rojizo, tienen un olor característico, va disminuyendo poco a poco la cantidad y cambiando el color hasta tener un aspecto de flujo normal. Si aumentasen de repente o tuviesen mal olor, será necesario consultar en el centro de salud. No es recomendable que utilicéis tampones, sino compresas de celulosa o algodón que no tengan plástico, y hay que cambiarlas frecuentemente.
Además de esto último, en caso de que tengáis puntos de sutura en el periné, lo más importante durante las dos primeras semanas es que os lavéis con agua y jabón una vez al día en la ducha diaria, dejéis la zona seca, uséis ropa interior de algodón, que no os sumerjáis en agua por tiempo prolongado (piscina, mar, bañera…) y que evitéis sudar.
Si el parto ha sido por cesárea y tenéis puntos en la zona abdominal, estos deben limpiarse bien con la ducha diaria y mantenerse secos. Deben ser retirados en el centro de salud en torno a los ocho días postparto.
La subida de la leche
La subida de la leche o lactogénesis es el proceso mediante el cual la leche se produce de manera más abundante y cambia de propiedades y de composición, suele ocurrir entre las 48 y 72 horas tras el parto. Sentiréis como vuestros pechos se van poniendo duros, pesados y se hinchan. La subida de la leche puede ir acompañada de una congestión mamaria con dolor o molestias más o menos intensas.
Los primeros días la producción de leche puede que sea excesiva, pero en unos días se autorregulará según la demanda de tu bebé.
Tristeza y depresión postparto
A los tres o cuatro días tras el parto, podéis presentar bruscos cambios de humor a lo largo del día, con irritabilidad y llanto fácil, pérdida de apetito, dificultad para concentraros, falta de energía, ansiedad y, a veces, insomnio. Con un poco de reposo y apoyo, suele bastar para superar sin problemas este periodo, especialmente si tenéis en cuenta que es algo normal y transitorio debido a que os encontráis en una situación desconocida.
Otra cosa distinta es la depresión postparto, que también pueden sufrirla los padres. Estos mismos síntomas se hacen tan intensos y prolongados (más allá de diez o quince días después del parto) que os resulta muy difícil poder cuidar de vuestro hijo, perdiendo la ilusión y, en los casos más graves, pudiendo llegar a tener ideas agresivas o suicidas. Ante cualquiera de estos síntomas, no dudéis en solicitar ayuda médica.
Cuándo consultar con el médico
Debéis consultar con el especialista si…
- Notáis un aumento repentino de los loquios o muy mal olor de estos.
- Sentís un dolor intenso en la parte baja del abdomen.
- Tenéis fiebre, enrojecimiento, endurecimiento o calor en la zona de los puntos.
- Sentís dolor al orinar.
- Tenéis dolor en los pechos o se os enrojecen.
- Experimentáis sentimientos de tristeza o miedos intensos que os hacen sentir mal.