La costra del lactante es una capa de escamas aceitosas que aparece en el cuero cabelludo de muchos bebés sanos. Conocida también como costra láctea, este nombre os puede hacer pensar que la leche interviene en su aparición, pero no es cierto. Se llama así porque les ocurre a bebés lactantes, de corta edad.
Es una manifestación de seborrea, es decir, un exceso de actividad de las glándulas productoras de sebo que hay en la piel. Pueden inicialmente estar estimuladas por las hormonas maternas, que al impregnar con su grasa las células que descama normalmente la piel, impide que se desprendan y hace que formen esas costras en el cuero cabelludo del bebé. A veces también puede aparecer en las cejas.
¿Cuándo desparece la costra láctea?
La costra se observa por primera vez antes de los tres meses de edad y, como muy tarde, desaparecerá a los 10 o 12 meses.
Normalmente no pica ni causa molestias de ningún tipo, de manera que si la decidís tratar será por motivos estéticos. No es malo quitarla, pero debéis hacerlo con cuidado y sin rascar, ya que entonces podríais dañar al bebé.
¿Existe algún tratamiento o remedio casero para la costra del lactante?
Cuando las costras son muy gruesas, debéis reblandecerlas untando en ellas vaselina o aceite de oliva una hora antes del baño. Así, pasando un cepillo blando o masajeando el cuero cabelludo con los dedos, poco a poco, se irán desprendiendo. Después debéis lavar bien el cabello con un champú neutro y aclarar con abundante agua para quitar los restos de escamas y de vaselina.
En casos muy persistentes, podéis utilizar productos en forma de lociones o champús especiales para eliminar la costra láctea. En caso de que alguna costra se infecte, también necesitará tratamiento específico que indicará el pediatra o la pediatra.
¿Es lo mismo que la dermatitis seborréica?
En ocasiones, la costra láctea es solamente una manifestación más de un problema general de la piel del bebé, la dermatitis seborreica. Es una enfermedad muy común en bebés, que además de las escamas del cuero cabelludo y cejas, puede ocasionar enrojecimiento y descamación en la zona del pañal, las axilas, tras las orejas y en otros pliegues de la piel.
La dermatitis seborreica del bebé desaparece con el paso de los meses, y aunque puede picar, no duele. Mientras tanto, basta con seguir una higiene adecuada y evitar sustancias irritantes.
En ocasiones, la costra láctea a veces es una lesión precursora de la dermatitis atópica, una condición de la piel muy frecuente en bebés y niños pequeños.