Aunque las autoridades sanitarias de cada país deciden su propio calendario adaptándolo a sus necesidades y recursos, en España las diferencias entre comunidades autónomas son mínimas y tienden a desaparecer.
Las vacunas en los primeros meses del bebé
Es importante que tengáis en cuenta que la aparición de vacunas y las diferentes variaciones epidemiológicas que se van desarrollando, llevan a los profesionales a introducir casi continuamente cambios en estos planes de vacunación. Por ello, debéis estar al tanto de las vacunas que necesita vuestro bebé y de los posibles cambios para una protección óptima de la salud de los más pequeños.
Hepatitis B
La vacuna contra la hepatitis B es una de las primeras que se administra, generalmente a los 2, 4 y 11 meses de edad. La hepatitis B puede resolverse espontáneamente, pero en bastantes ocasiones se hace crónica y evoluciona hacia la cirrosis y el cáncer hepático. Esto ocurre con más frecuencia cuando la infección se presenta en la infancia, especialmente si el contagio es durante el embarazo porque la madre es portadora del virus. Se calcula que el 5% de la población mundial está infectada y que causa dos millones de muertes anuales.
Como su principal vía de transmisión es la sangre y el contacto sexual, en alguna comunidad autónoma se decidió vacunar antes de iniciar la adolescencia, cuando de hecho se producen la mayor parte de contagios por relaciones sexuales o uso compartido de jeringuillas entre drogodependientes; pero actualmente se sabe que la protección persiste, aunque se administren en los primeros meses de vida y hacerlo así evita el escaso, pero real riesgo de que la contraigan de pequeños.
Difteria, tétanos y tos ferina
La bacteria Corynebacterium diphteriae, produce toxinas que, además de poder dañar los nervios y el corazón, causan una inflamación de la garganta que impide la respiración y llega a causar la muerte. El último caso de difteria en España se declaró en 1986, pero en 1990 hubo una epidemia en la Unión Soviética, y tras la caída del muro de Berlín, se han producido casos aislados en Europa.
El tétanos tiene una mortalidad cercana al 50%, y es causado por una toxina elaborada por el Clostridium tetani, un germen que infecta heridas poco ventiladas y que produce contracciones musculares espasmódicas que pueden acabar por impedir la respiración. En España, se producen unas decenas de casos anuales entre adultos y ancianos que no estáis vacunados o que no se vacunaron correctamente.
Y la tos ferina es una infección respiratoria provocada por la Bordetella pertussis, que causa unos sofocantes episodios de tos que se prolongan durante meses, pero que en los lactantes puede ocasionar también encefalitis (inflamación del cerebro) y llegar a ser mortal. La vacuna no es de las más eficaces (del 70 al 90% de protección); por eso, en España la padecen más de 500 niños por año.
La vacuna contra estas tres enfermedades se inocula en la misma inyección (DTPa), y se administra a los 2, 4, 6 y 18 meses de edad. Todavía hay niños que reciben una dosis a los 6 años, ya que el calendario de vacunaciones ha cambiado en este tiempo.
Poliomielitis
El virus de la poliomielitis afecta al sistema nervioso y produce una parálisis que afecta sobre todo a las piernas, dejando una cojera permanente con atrofia de la extremidad; también puede llegar a causar la muerte.
Aunque la vacunación universal ha logrado que esta enfermedad esté prácticamente erradicada en Occidente, todavía es endémica en algunos países asiáticos y africanos, por lo que es preciso seguir protegiéndose, ya que cualquier viajero podría importarla.
Al igual que las anteriores vacunas, ésta se administra generalmente a los 2, 4, 6 y 18 meses de edad.
Infección por Hemophilius Influenzae Tipo B
La Hemophilius Influenzae Tipo B es una bacteria que por lo general causa infecciones de las vías respiratorias altas y otitis, pero que puede ser más agresiva y producir en los más pequeños peligrosas epiglotitis (inflamación de la entrada de la laringe), neumonías, septicemias, infecciones óseas y articulares, y también meningitis.
La vacuna no evita las infecciones de vías respiratorias altas, pero sí todas estas formas más graves que desde su reciente introducción han desaparecido de forma espectacular. Generalmente se inyecta a los 2, 4 y 6 meses del bebé.
Meningitis C
El germen responsable de la mayoría de meningitis, la Neisseria meningitidis o Meningococo, tiene diez familias distintas, entre las que se halla la «C», que no es la que más casos ocasiona, pero es la única contra la que se ha podido obtener recientemente una vacuna muy segura y eficaz. Se administra a los 4 y 12 meses de edad, siendo necesaria en algunos casos una dosis a los 12 años.
Vacuna antineumocócica
El neumococo es la bacteria más habitual en las neumonías y muy frecuente en las otitis medias. Es también capaz de producir septicemias y meningitis en lactantes y niños pequeños. Este germen tiene numerosísimas familias y desde hace ya tiempo se dispone de una vacuna que protege frente a 23 de ellas, pero a la que no responden los niños de menos de dos años. Sin embargo, recientemente, ha aparecido una vacuna contra 7 subtipos, que en nuestro país son los responsables del 80% de las enfermedades neumocócicas graves, y que ya es efectiva en el bebé.
Actualmente se administra la vacuna neumocócica a los lactantes de 2, 4 y 11 meses.
Sarampión, rubéola y parotiditis
La vacuna de la triple vírica protege frente a estas tres enfermedades infecciosas, frecuentes en la edad pediátrica: sarampión, rubéola y parotiditis. Aunque la rubéola suele ser leve en niños, es potencialmente grave en las mujeres embarazadas y con la vacunación se pretende proteger a esta población. El sarampión y las paperas (parotiditis) sí pueden cursar con gravedad en niños: con fiebre alta y complicaciones como lesiones cerebrales o meningitis (en el caso de la parotiditis).
La triple vírica se administra a los 12 meses y a los 3 años de edad, ya que antes del primer año los bebés mantienen los anticuerpos maternos recibidos a través de la placenta.
Varicela
La varicela es una de las enfermedades exantemáticas más frecuentes en la infancia. No suele cursar con gravedad, salvo fiebre y el molesto picor de la erupción. Aunque en algunos casos puede haber complicaciones como la sobreinfección o la neumonía. Sin embargo, sí que es muy peligrosa en personas con las defensas bajas.
Esta vacuna se ha incorporado recientemente al calendario de vacunación financiado, y debe inyectarse a los 15 meses de edad y a los 3 o 4 años.
Meningococo B
El meningococo tipo B es la bacteria que más meningitis causa. No es frecuente su infección, pero sí puede ser muy grave. Por eso, la Asociación Española de Pediatría recomienda la vacuna a todos los lactantes. Recientemente se ha incluido en el calendario financiado de vacunación de algunas comunidades autónomas.
La pauta habitual de esta vacuna para los recién nacidos es una dosis a los 2 meses, otra a los 4 meses y una dosis de refuerzo entre los 12 y los 15 meses de edad.
Rotavirus
El rotavirus es causante de graves gastroenteritis en la infancia, siendo la complicación más frecuente la deshidratación. Existen dos vacunas contra este virus, pero a fecha de publicación de este artículo (2022), todavía no se incluye en el plan de vacunación financiado. Es una vacuna que se administra por vía oral (bebible) y pueden precisarse dos o tres dosis, dependiendo de la marca, a los 2, a los 4 y a los 6 meses de edad.