Los cambios que experimenta el cuerpo durante el embarazo pueden desencadenar molestias y dolores, especialmente en los últimos meses. La mejor arma para combatir estos dolores es la prevención.
¿Cómo prevenir los dolores?
Los dolores de articulaciones y músculos como la lumbalgia (dolor de la zona baja de la espalda), el dolor en las caderas, en el coxis o en los huesos púbicos son muy frecuentes. Las mujeres con sobrepeso u obesas, multíparas (no primerizas) y aquellas que ya teníais dolores de espalda o ciática antes de la gestación, tendréis más probabilidades de padecerlos en el embarazo.
Estos dolores son debidos, en parte, a que el peso del útero modifica vuestro centro de gravedad. Por otro lado, en el embarazo se sintetiza la hormona relaxina, que permite que los tendones y los ligamentos se aflojen para facilitar que los huesos de la pelvis se muevan para facilitar el paso del bebé durante el parto. Este aumento en la movilidad en las articulaciones (hiperlaxitud) también conlleva una inestabilidad que puede provocar dolores.
La mejor prevención para este tipo de dolor es el ejercicio físico. Actividades como caminar, el yoga o la natación son buenas opciones para vosotras. Igual de importante es controlar la ganancia de peso. Otros consejos que os pueden ayudar son:
- Dormir con una almohada entre las piernas y colocando una rodilla flexionada por encima.
- Usar un calzado con 2 o 3 centímetros de tacón.
- Aplicar calor y frío local alternativamente sobre la zona dolorida.
Dolor de tripa durante el embarazo
El dolor de tripa o barriga durante el embarazo debe ser siempre motivo de consulta médica. Muchas veces, el dolor no es de causa ginecológica, sino que se trata de otros problemas comunes como gastroenteritis, estreñimiento, cólico renal o apendicitis.
En el primer trimestre, es posible que notéis molestias o dolores similares a los de la menstruación. Si son leves, intermitentes y no se acompañan de otros síntomas (como sangrado vaginal, fiebre…), no entrañan gravedad. Algunas embarazadas notan un dolor pélvico que corresponde al estiramiento del ligamento redondo. Este es un proceso benigno.
Hay ocasiones en las que el dolor abdominal es síntoma de un problema más grave, como un embarazo ectópico (que es cuando el bebé está fuera del útero, generalmente en la trompa de Falopio) o un aborto espontáneo. En caso de aborto, habrá sangrado vaginal, mientras que en caso de embarazo ectópico puede haber o no sangrado vaginal. El embarazo ectópico suele diagnosticarse a través de un examen pélvico, un análisis de sangre o una ecografía en el primer trimestre.
A partir de la segunda mitad del embarazo, ante un dolor abdominal, siempre debéis descartar un trabajo de parto.En ocasiones, los movimientos fetales normales pueden resultar molestos, sobre todo hacia las últimas semanas, cuando el bebé es más grande. Algunas veces el dolor puede significar que hay una patología más grave, como un desprendimiento de placenta, preeclampsia o rotura uterina, entre otros. En estos casos el dolor suele debutar con sangrado vaginal u otros síntomas asociados. En estos casos, es importante acudir a urgencias cuanto antes.
¿Se pueden tomar analgésicos?
Sí, cuando el dolor no ha mejorado con otras medidas no farmacológicas. El paracetamol se considera seguro durante el embarazo y es el analgésico de primera elección. Recordad que siempre debéis tomar la menor dosis que sea efectiva. Debéis evitar los antiinflamatorios, como el ibuprofeno, y solamente los utilizaréis como último recurso y siempre bajo supervisión médica.
¿Cuándo consultar con el médico?
Siempre que sintáis dolor debéis consultar con un profesional sanitario. Sobre todo, si es moderado o severo, o si existe sangrado vaginal, fiebre, cefalea, vómitos o historia de traumatismo reciente.
