El momento del parto cada vez está más cerca, pero las ganas de conocer a vuestro bebé y las molestias de esta última etapa harán que el tiempo pase aparentemente más despacio.
Vuestro útero se ha expandido tanto que está muy próximo al esternón y podéis tener la sensación de que vuestros órganos internos están aprisionados. Además, el flujo vaginal se vuelve abundante y algo más acuoso, dejando vuestra ropa interior húmeda continuamente. Es normal tener mucho flujo abundante blanco (leucorrea), o transparente, pero sin mal olor ni molestias. Si tenéis miedo de estar perdiendo líquido amniótico, podéis observar si sale más cantidad al hacer ciertos movimientos, como toser. En ese caso, o si no lo tenéis claro, debéis acudir al hospital para que os examinen.
También en el último trimestre de embarazo, pueden aparecer estrías. Estas líneas en la piel salen por la falta de elasticidad y aunque podéis intentar prevenirlas con una apropiada hidratación, en ocasiones son inevitables. Aunque no llegan a desaparecer por completo, con el tiempo se irán debilitando
¿Tu bebé no se mueve como antes?
Durante este mes el bebé va a superar los 1500 gramos de peso y su longitud se sitúa en torno a los 44 cm. Ya casi no tiene sitio en el útero para moverse, por lo que es lógico que poco a poco sintáis que sus movimientos son diferentes. Llevar un recuento de los movimientos fetales os ayudará a comprobar el bienestar de vuestro bebé.
Recordad que además vuestra percepción de los movimientos del bebé también va a ir cambiando si tenéis mucha actividad en el día a día. Por eso, os podéis tomar un tiempo de relajación para contar los movimientos fetales. Después de las comidas o de una caminata puede ser un buen momento, ya que los bebés suelen estar más activos entonces. Debéis notar al menos 10 movimientos en un lapso de dos horas. Si tenéis dudas, o durante más de 12 horas percibís que su actividad no es la habitual y se ha reducido considerablemente, consultad con el médico para descartar cualquier anomalía.
Qué pasa si saltas en el embarazo
A estas alturas del embarazo os costará bastante realizar ciertas actividades, como saltar, correr o bailar. Pero, sobre todo aquellas embarazadas que ya tenéis un niño pequeño, quizás os planteáis si es perjudicial continuar con esas actividades. O, por ejemplo, qué pasa si os dan un golpe en la barriga estando embarazada.
Los ejercicios de alto impacto están desaconsejados durante el embarazo, incluidos los saltos enérgicos. Pero si ponéis en práctica el sentido común, sabiendo además que el bebé está muy protegido dentro del saco amniótico, simplemente debéis tener en cuenta las limitaciones físicas propias del embarazo. Conforme la barriga va creciendo os sentiréis más torpes y con peor equilibrio, por lo que hay que prestar especial atención en la prevención de caídas.
También es conveniente evitar los golpes fuertes, sobre todo con otros objetos. Pero, un manotazo o un codazo (de un niño pequeño, por ejemplo), no van a suponer ningún problema para el correcto desarrollo del feto. Tiene hasta tres barreras de protección que amortiguan los golpes: vuestra pared abdominal, el útero y el líquido amniótico. Si, por el contrario, es un impacto fuerte o sentís algún signo de alarma como inactividad fetal, sangrado vaginal o dolor en el abdomen debéis acudir al hospital.
Si vuestro trabajo remunerado implica alguna actividad de riesgo o tenéis que pasar muchas horas de pie o subiendo y bajando escaleras, ya podríais solicitar la baja laboral por riesgo en el embarazo. De hecho, si no es posible una adaptación del puesto de trabajo, este permiso se puede conceder desde el inicio del embarazo, dependiendo de las actividades que se realicen. Como no existe una legislación obligatoria respecto al número de semanas de gestación en la que se puede conceder la baja, podéis consultar la guía de ayuda para la valoración del riesgo laboral durante el embarazo que elabora el Instituto Nacional de la Seguridad Social.
¿Puedo viajar en avión embarazada de ocho meses?
Un mito muy frecuente es que las embarazadas no podéis volar en avión en el tercer trimestre. Pero la realidad es que, en general, viajar no está contraindicado en el embarazo. Simplemente debéis tener en cuenta ciertas recomendaciones, como la de no pasar mucho tiempo sentadas (aplicable también a los viajes en coche). Sí es cierto que muchas de las compañías aéreas os van a recomendar tener un certificado médico autorizando el viaje a partir de las 28 semanas de gestación. Superadas las 36 semanas de embarazo se desaconseja volar. Pero, en el caso de necesitarlo, podríais hacerlo con la obligatoria autorización médica.
Parto a los ocho meses de gestación
Si vuestro bebé nace antes de las 37 semanas de embarazo, se considera un parto prematuro o pretérmino. Afortunadamente, los órganos del feto ya están prácticamente formados. A excepción de los pulmones, que necesitan todavía unas semanas más de maduración. Por lo que, en caso de amenaza de parto prematuro, es conveniente intentar detenerlo y en el centro sanitario valorarán administrar corticoides para reducir las complicaciones respiratorias en el recién nacido.
