La alimentación complementaria es el proceso por el que se le ofrece al bebé como complemento a la lactancia (ya sea materna o de fórmula) alimentos sólidos o líquidos. En este artículo, tenéis una serie de consejos básicos sobre cuándo iniciarla y algunas recomendaciones para que sea un proceso seguro y respetuoso con las necesidades del bebé.
¿Cuándo debe iniciarse la alimentación complementaria en el bebé?
Las recomendaciones actuales de la Organización Mundial de la Salud apoyan mantener la lactancia, materna o con leche de fórmula, de forma exclusiva los primeros 6 meses de vida. De forma que, la alimentación complementaria, abarca el periodo comprendido entre los 6 y los 12 meses.
A partir de los 12 meses, el bebé pasa a tener una alimentación completa.
En el periodo de la alimentación complementaria, la leche sigue siendo el alimento más importante, aunque con el paso de los meses los alimentos sólidos irán adquiriendo más protagonismo.
Los expertos indican que la alimentación complementaria no se debe iniciar bajo ningún concepto antes de los 4 meses, entre otros motivos porque el organismo del bebé no está preparado para asimilar alimentos diferentes de la leche. Por el contrario, la introducción de la alimentación complementaria tampoco debe demorarse más allá de los 7 meses de edad, ya que, a partir de ese momento, las necesidades de energía y nutrientes que necesita el bebé para crecer y desarrollarse de forma adecuada no van a estar cubiertas del todo con la leche.
¿Qué método de alimentación complementaria debéis elegir?
Cada vez más familias optan por ofrecer la alimentación sin triturar por los múltiples beneficios que aporta al desarrollo de los bebés. Sin embargo, sois vosotras, las familias, quienes debéis decidir en qué formato iniciáis la alimentación complementaria, pudiendo variar según las circunstancias o necesidades.
Alimentos sólidos para el bebé
Los alimentos sólidos podéis ofrecerlos en su forma original o a trocitos siendo el bebé quien dirige el proceso. La alimentación complementaria dirigida por el bebé, llamada baby-led weaning (BLW) en inglés, ofrece la posibilidad de que sea el bebé quien gestione la ingesta de comida. Para ello, debe mantenerse sentado de forma estable, no tener el reflejo de extrusión (cuando el bebé rechaza con la lengua los alimentos que no sean leche), ser capaz de manipular los objetos y llevárselos a la boca.
El BLW favorece la autonomía del bebé y su adaptación a las comidas. Sin embargo, debéis evitar ofrecer los alimentos de consistencia dura o demasiado pequeños, como los frutos secos, o algunas frutas y verduras crudas. Existe riesgo de atragantamiento, por lo cual se recomienda que tengáis conocimientos en las maniobras de desobstrucción de la vía aérea y reanimación cardiopulmonar.
Alimentos triturados
Si elegís alimentar al bebé utilizando triturados, debéis elaborar los purés incluyendo alimentos de los diferentes grupos: vegetales, frutas, proteína animal, legumbres y cereales. Pero incluso en el caso de que empecéis con esta opción, es conveniente que, entre los 8 y los 10 meses, empecéis a introducir poco a poco algún alimento sólido, para que vaya acostumbrándose a las diferentes texturas, tamaños y sabores.
Cómo iniciar la alimentación complementaria de forma adecuada
Si tenéis cualquier duda sobre la alimentación complementaria, podéis consultar con el pediatra o incluso con un nutricionista infantil. Las consideraciones, en general, que debéis tener en cuenta al iniciar la alimentación complementaria son las siguientes:
- La leche sigue siendo un alimento muy importante, debéis seguir ofreciéndola a demanda del bebé.
- El acto de comer es también un acto social y familiar. Es interesante introducir rutinas y espacios, en la medida de lo posible, acordes a vuestros valores y horarios familiares.
- Debéis manipular los alimentos de forma higiénica. Siempre que sea posible, conviene optar por productos frescos y diversificar la oferta para asegurar una buena elección de nutrientes.
- Acompañad al bebé en función de sus necesidades: inicialmente vuestro papel debe ser más activo, para poco a poco hacerle a él más partícipe de todo el proceso.
- La cantidad de alimento al inicio es pequeña, pero debéis incrementarla progresivamente.
- Debéis ofrecerle agua.
- Los alimentos debéis cocinarlos sin sal y sin azúcar.