Alimentación

Alimentación complementaria: introducción de nuevos alimentos

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La alimentación complementaria es la que se inicia en el bebé en torno a los 6 meses de edad. Hasta entonces, el único alimento ha sido la leche, idealmente la leche materna. A partir del momento de inicio de la alimentación complementaria, poco a poco iréis incrementando la cantidad y la diversidad de alimentos hasta llegar a los 12 meses. Cuando el bebé cumple un año, se considera que su alimentación puede ser prácticamente completa y equivalente, a grandes rasgos, a la que tenéis el resto de los miembros de la familia.  

Debéis introducir los alimentos de forma progresiva. No es estrictamente necesario que sigáis un orden específico para hacerlo, simplemente debéis tener en cuenta lo que aporta cada grupo de nutrientes. Las frutas y verduras aportan vitaminas, minerales y fibra. La carne, el pescado y los huevos son fuente de proteínas y minerales como por ejemplo el hierro. Las legumbres son ricas en fibras y proteínas de origen vegetal. Los cereales aportan energía y fibra. Los frutos secos son ricos en ácidos grasos esenciales y minerales. 

Las frutas en la dieta del bebé

Las frutas son, en muchas ocasiones, el primer alimento sólido introducido en la alimentación del bebé. Podéis introducir cualquier tipo de fruta sin problema. Antiguamente, se reservaban los frutos rojos y otras frutas con más potencial alergénico para el final, pero los estudios más recientes no demuestran que ese orden evite o cambie la evolución de los niños alérgicos.

Las frutas, especialmente cuando están maduras, podéis ofrecerlas en trozos para que los bebés las chupen o las muerdan. No debéis añadir cereales, ni galletas, ni azúcar, ni miel a la fruta. 

Los vegetales

Idealmente, conviene las de temporada. Lo recomendable es cocerlas o hervirlas con poca agua y las podéis mezclar con proteínas animales o vegetales, condimentando con aceite de oliva en el momento de servirlas.

En la comida del bebé no debéis añadir sal. 

En los purés suelen combinarse 3 o 4 verduras u hortalizas diferentes y es conveniente que hagáis distintas mezclas en diferentes días, con el fin de que no se cansen de comer siempre los mismos alimentos y prueben otros sabores. Debéis evitar las verduras de hoja verde como las acelgas o las espinacas, puesto que contienen nitratos. En el caso de que las incluyáis, nunca deben superar los 35 gramos al día.

Carnes, pescados y huevos

Podéis introducir estos alimentos desde el inicio. Las primeras carnes que se introducen son las blancas, fundamentalmente pollo y pavo. Posteriormente, podréis añadir las carnes rojas, siempre eligiendo la parte más magra. 

El pescado puede ser blanco o azul. El blanco suele ser de sabor más suave y de entrada más sencillo (también con menos espinas), pero el pescado azul es muy interesante desde el punto de vista de los ácidos grasos esenciales que contiene. No obstante, el pescado azul de gran tamaño como el atún rojo, pez espada o el emperador deben evitarse durante toda la infancia por su gran contenido en metales como el mercurio. 

bebé come con las manos

El huevo es un buen alimento desde el punto de vista nutricional, ya que contiene proteínas de alto valor biológico, así como hierro y vitaminas. Pero es importante que esté bien cocinado.

Las legumbres

Las legumbres son una excelente opción en la alimentación de cada día, puesto que aportan proteínas y son una fuente de fibra y de minerales. Podéis ofrecerlas mezcladas con arroz y otras proteínas o con verduras. 

Los cereales

Podéis ofrecer desde el inicio tanto cereales sin gluten (arroz y maíz), como con gluten (el trigo, la avena, la cebada o el centeno).

Los cereales podéis añadirlos a los purés o mezclarlos con las proteínas. También podéis darlos a trozos directamente (pan, pasta, arroz). Los preparados comerciales de cereales para bebés, aunque no son un producto fundamental en la alimentación, son una opción que podéis añadir. No obstante, debéis escogerlos sin azúcares añadidos. 

Alimentos no recomendados antes del año de edad

Además de cuidar el formato con los que ofrecéis los alimentos, para reducir el riesgo de atragantamientos, es recomendable evitar antes del primer cumpleaños:

  • Leche de vaca. Podéis ofrecer derivados, como los yogures o el queso fresco bajos en sal, a partir de los 8-10 meses.
  • Sal. Por la inmadurez renal.
  • Miel. Puede causar botulismo.
  • Azúcar y alimentos azucarados. Aportan poco valor nutricional. El azúcar origina muchos problemas de salud, desde las caries hasta la obesidad y la diabetes.
  • Minerales que evitar: yodo (en las algas), arsénico (bebidas de arroz), plomo (en animales de caza), cadmio (en cuerpos y cabezas de crustáceos) y mercurio (especies de pescado azul de gran tamaño).

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