Embarazo

Siete meses de embarazo, llegáis al último trimestre

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Durante este mes las molestias típicas del embarazo, como las ganas frecuentes de orinar o el cansancio, van a acentuarse. El peso de la barriga empieza a desequilibrar vuestra postura corporal, lo que os puede causar dolor de espalda y entorpecer vuestros movimientos. 

Si el bebé naciese de forma prematura a lo largo de este mes, se trataría con los protocolos médicos y seguimiento de un prematuro extremo (bebés nacidos antes de las 28 semanas) con cuidados especiales en una unidad neonatal del hospital.

Ciática y otros síntomas en la embarazada de siete meses

El dolor lumbar en el embarazo es habitual durante el tercer trimestre, sobre todo en aquellas mujeres con esta dolencia previa. Los cambios físicos del embarazo provocan que la espalda tenga que soportar más presión, además se curva hacia delante para que podáis mantener el equilibrio. El dolor que aparece en la parte baja y central de la espalda puede aliviarse con ejercicio, siendo las actividades acuáticas las más recomendadas en el tratamiento del dolor lumbar asociado al embarazo.

Embarazada con dolor de espalda

Además, también podéis sentir dolor en la parte superior del glúteo, hormigueo en las piernas o pinchazos en la zona lumbar o en la parte posterior del muslo, más o menos intenso, según la postura. La ciática en el embarazo aparece aproximadamente en el 35% de las gestantes, y se produce por la presión e inflamación que sufre el nervio ciático. Algunos consejos para evitar o disminuir este dolor son:

  • Cuidar la higiene postural: mantener las caderas hacia delante y la espalda recta, sin arquearla al caminar. 
  • Evitar coger peso y, en el caso de hacerlo, respetar una posición correcta flexionando las rodillas y manteniendo la espalda recta.
  • Dormir de lado en un colchón duro.
  • No pasar mucho tiempo en reposo, salvo indicación médica.
  • Realizar ejercicios permitidos durante el embarazo para fortalecer los músculos. 
  • Usar un calzado con poco tacón, pero que no sea totalmente plano.

Otro de los síntomas de una embarazada de siete meses puede ser la aparición de costras o secreciones en los pezones. Esto se debe a que el cuerpo de la mujer inicia la producción de precalostro, el precursor del calostro. Si de vuestros pechos gotea un líquido espeso y amarillo no os preocupéis, es totalmente normal. Igualmente, si no notáis secreción alguna, también podéis estar tranquilas, esto no significa que no vayáis a producir leche cuando nazca el bebé.  

Diferencias entre las contracciones de Braxton Hicks y las de parto prematuro 

Ya desde el trimestre pasado podéis empezar a sentir las contracciones de Braxton Hicks, pero se irán haciendo más evidentes en este último trimestre. Estas contracciones son diferentes a las de parto en cuanto al dolor y la periodicidad, pero sobre todo porque no dilatan el cuello del útero, por lo que no pueden provocar un parto prematuro.

Con estas contracciones el cuerpo se está preparando para el trabajo de parto, pero no significa que el parto sea inminente. Sentiréis que el abdomen se contrae y se endurece, aunque no duele. Además, son irregulares en cuanto a intensidad y frecuencia. Al cambiar de posición o tras tomar un baño caliente, estas contracciones cesan. En cualquier caso, si tenéis dudas o las contracciones se mantienen, siempre debéis consultar con un profesional sanitario.

Qué debéis tener en cuenta en el último trimestre de embarazo 

Sobre el séptimo mes de embarazo suelen comenzar las clases de preparación al parto. Podéis acudir a clases privadas o por la sanidad pública. En estas sesiones os formarán tanto teóricamente como a través de prácticas sobre el parto y el cuidado del bebé. Conoceréis cuáles son las fases del parto, los diferentes métodos de alivio del dolor y la asistencia al recién nacido. También practicaréis técnicas de relajación y control de la respiración, y cómo empujar en el momento del expulsivo. 

En las clases prenatales también os informarán sobre cómo podéis preparar el plan de parto. Con este documento, que debéis presentar en el hospital donde vayáis a tener al bebé, podéis expresar vuestras preferencias sobre diferentes aspectos del parto como la participación activa de la pareja o acompañante, la elección del lugar, la posición y la movilidad durante el parto, el tratamiento y manejo del dolor, la monitorización fetal, la rotura de bolsa, o el contacto inmediato piel con piel tras el nacimiento. 

También es el momento de comenzar a preparar la canastilla o bolsa del hospital. Debéis incluir todo lo necesario durante el parto y la estancia posterior en el hospital. Ropa interior, zapatillas, sujetadores de lactancia, camisones o pijamas, un neceser para la higiene personal y ropa para volver a casa. Para el bebé, dependiendo del sitio en el que deis a luz, os pueden proporcionar distintas cosas. Pero, en general, debéis llevar varios cambios de ropa interior y exterior (mejor que sea cómoda y fácil de poner y quitar), calcetines, pañales, una esponja suave para limpiar al bebé en los cambios de pañal y una manta. 

¿Qué hace un bebé en el vientre a los 7 meses?

Aunque todavía se mueven mucho, sobre todo los brazos y las piernas, algunos bebés adoptan ya la posición fetal cefálica. Con la cabeza hacia abajo notaréis que los movimientos son diferentes, e incluso cierta presión en la pelvis. En realidad pueden volver a girar varias veces en las semanas que os quedan de embarazo, pero muchos bebés siguen así hasta el momento del parto. 

Sentiréis cómo responde a los ruidos fuertes con sobresaltos, y es que también percibe los sonidos exteriores. Si a las 24 semanas de embarazo ya es capaz de escuchar a su madre (vuestra voz, vuestra respiración, el latido de vuestro corazón…), en las últimas semanas de gestación el feto es capaz de distinguir distintos sonidos, diferenciar voces femeninas y masculinas y reconocer entre otras la voz de su madre. 

Cuando el embarazo llega al tercer trimestre, los movimientos del bebé también se notarán desde el exterior. Además, ellos ya sienten las caricias que le hacéis a través de la barriga y responden con más movimientos de brazos, cabeza y boca. Este es uno de los motivos por los que los bebés sonríen dentro del vientre materno, aunque sea una sonrisa inconsciente están respondiendo a los diferentes estímulos que les aporta la sensibilidad cutánea y los receptores gustativos y olfatorios del líquido amniótico.

Si te interesa saber las claves para disfrutar de tu embarazo mes a mes y conocer cada etapa de desarrollo de tu bebé.

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