Embarazo

Último mes de embarazo

4 min.

Con el noveno mes de embarazo llega el final de la gestación. En este mes se incluyen más de cuatro semanas, por lo que en realidad son 10 los meses de embarazo. Os sentiréis cansadas, con la movilidad muy reducida y tendréis muchas ganas de abrazar a vuestro bebé, pero también muchas dudas e incluso miedos sobre el momento del parto. Quedan aún unos días o semanas por delante, en las que el bebé puede llegar a engordar incluso más de un kilo, dependiendo de cuándo nazca finalmente. 

El lanugo que cubría toda la piel del bebé casi ha desaparecido, salvo en los brazos y los hombros. A lo largo de este último mes, será una sustancia blanca la que recubra su piel, es la vérnix caseosa y sirve de protección e hidratación. 

En qué consiste la prueba del estreptococo

Entre las semanas 35 y 37 de embarazo se realiza un cribado para detectar en la madre una posible infección por estreptococo del grupo B. Esta bacteria es muy frecuente en nuestro medio, pero si el recién nacido se contagia puede provocarle septicemia (reacción grave a una infección), neumonía o meningitis. El test consiste en tomar una muestra con una escobilla de algodón para un cultivo vaginal-rectal. En el caso de resultar positivo el cultivo, está indicado un tratamiento antibiótico durante el parto.

Otra de las pruebas que se realiza en las últimas semanas de embarazo es la monitorización fetal. Unos sensores, colocados encima de la barriga, registran el ritmo cardíaco del bebé y las contracciones uterinas, para comprobar el bienestar fetal y evaluar si hay contracciones.

También durante el noveno mes de embarazo se suele realizar la ecografía del tercer trimestre. Aunque la conveniencia de esta ecografía es objeto de controversia, está establecida en la mayoría de los hospitales. Los objetivos principales de esta prueba es evaluar el crecimiento fetal, identificar la posición del bebé y el diagnóstico de anomalías en la placenta o en el volumen del líquido amniótico.

En qué consiste la versión cefálica externa

Si el bebé no se encuentra en posición cefálica (con la cabeza hacia la pelvis de la madre) a término, en los hospitales suelen recomendar una cesárea electiva, para evitar las complicaciones de un parto de nalgas. Pero, como una cesárea tampoco está exenta de riesgo, se deben intentar otras opciones antes para que el bebé se dé la vuelta. 

Una de estas medidas es la versión cefálica externa y consiste en dirigir al feto con las manos, a través del vientre, para que se gire. Este procedimiento debe hacerlo un profesional experto en la técnica. Si se cumplen con los criterios de selección y exclusión para la versión cefálica externa, y se realiza correctamente la técnica, es una maniobra segura. Además, se lleva a cabo comprobando en todo momento el bienestar fetal con un ecógrafo. 

41 semanas de embarazo sin síntomas de parto

Uno de los primeros datos que calculáis al saber que estáis embarazadas es la fecha probable de parto (FPP). Esta se obtiene según el día de la última menstruación y se puede ajustar posteriormente con la edad gestacional del embrión. Pero solamente el 5% de los bebés nacen en su fecha probable de parto, por lo que es un dato que os debe servir simplemente como orientación. 

Mujer embarazada con contracciones

Es lógico que, conforme se acercan las 40 semanas de embarazo, os sintáis impacientes por el nacimiento. Si además no percibís ningún signo de que el parto vaya a comenzar, la espera se puede hacer más difícil  todavía . Algunos de estos síntomas son:

  • El bebé ha descendido hacia el canal del parto. Podéis sentir que respiráis un poco mejor, ya que este movimiento alivia la presión sobre el diafragma, aunque aumenta sobre la vejiga.
  • Expulsáis el tapón mucoso. Esta secreción mantiene sellado el cuello del útero y es similar al moco cervical de la ovulación, pero en mayor cantidad y puede presentar hilos de sangre.
  • Sentís una explosión de energía que os lleva a limpiar y ordenar la casa y llenar la nevera de comida. Se conoce como instinto de anidación o síndrome del nido, y responde a la necesidad de tenerlo todo listo para la inminente llegada del bebé. 
  • El cuello uterino ha comenzado a borrarse, está más estirado y delgado. También puede que tengáis el cuello uterino dilatado, pero esto solamente lo podréis saber tras una exploración ginecológica.

Estos signos pueden indicar que el parto está próximo, pero no necesariamente va a ser inminente. Es decir, podéis pasar varios días e incluso semanas con algunos de estos síntomas, o directamente no sentir ninguno. Por eso no os debéis inquietar si parece que las señales de parto no llegan y habéis cumplido las 40 semanas de embarazo. El parto puede iniciarse en cualquier momento, por lo que podéis estar tranquilas mientras sigáis un correcto control del embarazo y notéis los movimientos del bebé.

Cómo empieza el parto

No se sabe exactamente qué hace que se inicie el parto. La rotura de membranas con la expulsión tipo fuente del líquido amniótico ocurre en muy pocas ocasiones. La mayoría de las veces se inicia con las contracciones o con una leve, pero constante, pérdida del líquido a través de una fisura de la bolsa.

Debéis saber que hay diferentes etapas del parto y que no es recomendable que os ingresen en dilatación hasta que lleguéis a la fase activa del trabajo de parto (si tenéis un embarazo normal).  

La primera etapa es el periodo de dilatación y cuenta con la fase inicial y la fase activa. La fase inicial, la que soléis pasar en casa, consiste en contracciones más irregulares que poco a poco van volviéndose fuertes y rítmicas haciendo que el cuello del útero empiece a dilatarse aproximadamente hasta los cuatro centímetros. En la fase activa, el cuello se dilata por completo hasta los 10 centímetros. La segunda etapa corresponde al periodo de expulsión: el nacimiento del bebé. Y en la tercera, el alumbramiento, se expulsa la placenta. 

Si todo va bien (el bebé se mueve y no hay sangrado vaginal), el día del parto debéis acudir al hospital si se produce la rotura de membranas (con celeridad si el líquido amniótico está teñido de algún color, ya que puede significar que contiene heces del bebé) o si tenéis contracciones regulares al menos cada tres o cuatro minutos durante más de media hora. 

Si te interesa saber las claves para disfrutar de tu embarazo mes a mes y conocer cada etapa de desarrollo de tu bebé.

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